Por Daniel Gustavo Martín.
El 17 de agosto se conmemoró un nuevo aniversario del fallecimiento del padre de la patria el General José de San Martín.
En este artículo de Uco informa buscaremos la manera de homenajear a nuestro héroe desde una perspectiva más humana compartiendo parte de sus comidas favoritas y diversas costumbres culinarias.
El Historiador Roberto L. Elissalde presenta en una jugosa publicación con datos interesantes sobre la comida de San Martín.
En ella nos encontramos con que su "plato favorito "era el asado, que casi siempre comía con un sólo cubierto: el cuchillo.
Imagen ilustrativa.
Era muy hábil en comer así. Solía morder un pedazo de carne, y como los paisanos, cortaba el sobrante con un cuchillo afilado. ¡Había quienes se maravillaban que no se cortara la nariz!
No le gustaba el mate. Pero era un apasionado del café. Y como era muy “hábil ”, conocedor íntimo del alma del soldado, para no “desairar” a sus muchachos, tomaba café con mate y bombilla.
Conocía mucho de vinos. Y podía reconocer su origen con sólo saborearlo.
El Periodista Daniel Balmaceda, en su reciente libro “Grandes Historias de la Cocina Argentina” señala que “su primer café del día era a las tres y media de la mañana, al levantarse, ya que a las cuatro preparaba el trabajo para su secretario que acudía a las cinco. También tomaba café a las cuatro de la tarde y a las seis o siete.
San Martín tomaba helado. Los árabes llevaron el helado a España y mucho tiempo después, los españoles lo introdujeron en nuestro territorio. Los primeros se consumieron en Mendoza, copiando a los chilenos.
“En el verano de 1826, el capitán inglés Francis Bond Head conoció Mendoza y contó qué a las seis de la tarde, cumplida la siesta obligatoria, la Alameda se poblaba de paseantes que tomaban “nieves”.
Fue un hombre sobrio, cuando no discreto para comer y, según cuentan los historiadores, en muchos casos terminaba sus comidas con algún dulce, que comía de pie.
Manuel Alejandro Pueyrredón ,joven oficial que estuvo con San Martín, recuerda que éste en Mendoza, comía sólo en su cuarto, a las doce del día, un puchero sencillo, un asado, con vino de Burdeos y un poco de dulce. Lo hacía en una pequeña mesa, sentado en una silla baja y “no usaba sino un solo cubierto”. Después del sobrio almuerzo dormía unas dos horas de siesta.
En materia de preparaciones el Ejército de José de San Martín se alimentaba con un guiso potente, al que todos llamaban, “charquicán cuyano”, de origen quechua, se preparaba con charqui, ají molido y grasa, y sólo había que agregarle el agua para tenerlo listo.
Para quienes gusten de saborear una parrillada en su honor, era fanático del chimichurri que no puede faltar al lado de la tira y el vacío.
Un gran testimonio del General O'Higgins lo describe a la perfección:
" Lo encontré comiendo sin plato sentado junto a sus soldados, en una mano un pedazo de asado y su cuchillo y en la otra un pedazo de pan. El General levantándose me ofreció un trozo de pan y asado. Brindamos juntos con un vino Carlon a la usanza soldadesca".
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