LA MADRE DE LAS SALSAS: BECHAMEL.

  Por Daniel Martín.

Si hablamos de salsas que no pueden faltar en tu cocina una de ellas es la Bechamel, es exquisita y tiene su perfección para diversos platos. Está ubicada como una de las principales salsas madres del mundo gastronómico, las cuales se usan de base para preparar otros tipos de salsas o complementar otras recetas.

Es muy simple de preparar y es una de las más elaboradas en el mundo de la cocina. Hablamos de una salsa espesa de color blanco, no necesita de caldos ya que se realiza a base de harina, leche y manteca.

Se puede utilizar como compañía para una buena lasaña, pescados, vegetales y platillos de pollo. También sirve para espesar jugos de cocción de diferentes guisados, al igual que le da un toque cremoso a las sopas y cremas de diferentes verduras. 

Su historia está dividida por dos diferentes versiones, la primera indica que fue creada en Italia por cocineros de la realeza pertenecientes a la corte de Catalina de Médici, según apunta la versión cuando Catalina se casa con el rey Enrique ll en 1533 llevó a Francia la receta de sus salsa favorita, de este modo fue conocida en Europa.

La segunda versión, no menos importante, apunta que apareció por primera vez en un libro de cocina llamado Le Cuisinier Français publicado en 1651, donde su creador era el Duque Louis de Bechameil, de ahí su nombre. 

Cualquiera de las dos versiones correctas o incorrectas no opacan que a través de los años esta salsa se ha consolidado como una de las bases del mundo gastronómico y ha conquistado diferentes cocinas.

A continuación te brindamos la receta de la salsa Bechameil y un plato que complementa a la perfección esta salsa madre:

 PECHUGAS DE POLLO CON BECHAMEL AL HORNO.

 INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:
§  4 pechugas de pollo

§  15g de aceite de oliva

§  15g de mantequilla

§  30g de harina de trigo

§  300ml de leche

§  35g de queso rallado

§  1/2 cucharadita de nuez moscada

§  Pimienta negra y pimienta blanca

§  Sal.

 Preparación:

 1.     En una sartén a fuego fuerte, ponemos un chorrito de aceite. Cuando esté caliente, añadimos las pechugas de pollo previamente salpimentadas y dejamos que se cocinen alrededor de unos 3 minutos por cada cara. Después retiramos las pechugas del fuego y las reservamos en un plato. 

2.     Seguimos con la elaboración de nuestras pechugas de pollo con bechamel. En una cazuela, ponemos 15g de manteca y la misma cantidad de aceite. Calentamos todo a fuego muy suave. Cuando la manteca se haya derretido, añadimos la harina mezclamos con una varilla y dejamos que se cocine alrededor de 2 minutos.

3.     A continuación agregamos 150 ml de la leche que tenemos. Removemos todo bien hasta que la harina se integre con esta leche y forme una masa muy espesa. De hecho, será tan espesa, que se pegará a la varilla.

4.     Logrado esto, añadimos el resto de la leche y volvemos a integrar todo nuevamente. Poco a poco, la salsa de nuestras pechugas de pollo con bechamel irá tornándose más cremosa y sin grumos.

5.     Cuando se hayan integrado bien ambos ingredientes, aderezamos nuestra bechamel con una pequeña pizca de sal y de pimienta blanca recién molida. Agregamos además la media cucharadita de nuez moscada y 35g del queso rallado. Integramos estos nuevos ingredientes y dejamos cocinar todo el conjunto a fuego muy suave unos 5 minutos.

6.     Hecho todo esto, en una bandeja de horno, colocamos las pechugas de pollo. Las vamos a cubrir con la salsa bechamel con queso -o salsa Morney- que acabamos de preparar. Espolvoreamos la superficie con un poco mas de queso rallado e introducimos la bandeja en la parte superior del horno previamente calentado a 200ºC. Dejamos que se cocine aquí alrededor de unos 20 minutos hasta que el queso se gratine y la bechamel nos tome color.

Una vez nuestras pechugas de pollo con bechamel estén cocinadas, servimos inmediatamente.

"Un plato perfecto para cualquier ocasión con el que seguro, vas a triunfar".

¡Probalo!